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Las sales de Epsom contienen grandes cantidades de sulfato de magnesio, el cual es muy efectivo para el tratamiento de varias dolencias.
Su uso más común es a través de baños de inmersión que ayudan a la absorción de magnesio y a promover la relajación del cuerpo.
Para aprovechar todos sus beneficios basta con agrega las sales de Epsom en una tina con agua tibia. Al disolverse libera iones de sulfato y magnesio (que luego la piel absorberá).
¿Por qué es tan importante el magnesio? Este mineral interviene en la formación de las proteínas que se localizan en las articulaciones y el tejido cerebral, además de regular las enzimas del cuerpo?
Para hacer un remojo de pies en sal de Epsom, sigue estos sencillos pasos:
1. Llena tu bañera o un lavabo con agua tibia hasta que esté lo suficientemente profunda como para cubrir los pies.
2. Agrega 1/2 taza de sal de Epsom al agua tibia.
3. Remoja tus pies durante 30 a 60 minutos dos veces por semana.
4. Para un impulso de aromaterapia, considera agregar unas gotas de lavanda, menta o aceite esencial de eucalipto diluido a tu baño de pies.
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